Había un tiempo en que en los periódicos australianos se podían leer resultados como 31-0, 22-0 o 17-0. No estaban en la sección de balonmano ni se trataban de maradores de categorias infantiles, eran resultados correspondientes a partidos de la fase de clasificación hacia alguna copa del mundo de la OFC (Confederación de fútbol de Oceanía). Los rivales de los australianos en esos partidos eran selecciones como Samoa Americana, Tonga o las Islas Cook. Selecciones que se encuentran alrededor del puesto 200 en el ranking FIFA. No es de estrañar, pues, que la Federación Australiana de Fútbol considerase que la baja competividad de estos rivales solo era perjudicial para Australia, a la que solo le discutía su supremacía en Oceanía la modesta Nueva Zelanda.
En aquellos tiempos, los socceroos superaban sin problemas a sus rivales de Confederación pero llegado el momento de la verdad la suerte les daba la espalda y no conseguían superar a selecciones como Iran o Uruguay. En 1998 los asiáticos les remontaron un 2-0 en el partido de vuelta de la repesca para dejarles fuera del torneo que se disputaría en Francia. Cuatro años despúes eran los charrúas quienes les endosaron un 3-0 en Montevideo, remontando así el 1-0 favorable a los australianos de la ida y apeaba a los oceánicos del mundial de Corea y Japón.
El hecho de que la OFC no contase con ningua plaza segura para participar en el mundial –tienen 0,5 plazas, con lo que siempre hay que disputar una última repesca ante selecciones de otras confederaciones- era un agravante para creer que Australia necesitaba un cambio para crecer.
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Australia celebra una de las pocas alegrías recientes. La clasificación para el mundial 2006 tras eliminar a Uruguay en la repesca. |
Ese paso se dio el 30 de junio de 2005, cuando la FIFA aprobó que la selección australiana cambiase la OFC por la AFC (Confederación Asiática de Fútbol) y a principios de 2006, la selección aussie ya disputó la fase de clasificación para la Copa Asia del año siguiente. Australia había conseguido lo que quería: enfrentarse a rivales de más nivel durante todo el año para luego rendir en las grandes citas. Han conseguido estar presente en los mundiales de 2006 y 2010 y han llegado lejos en la Copa Asia, una competición mucho más exigente que la Copa de Oceania. Pero la suerte le sigue siendo esquiva en los momentos puntuales. Y ya van cuatro ocasiones en las que a los canguros les sale cruz al tirar la moneda al aire. Nunca cara.
1- Año 2006. Mundial de Alemania. Octavos de final. Australia-Italia. La selección australiana de Viduka, Chipperfield, Bresciano o un joven Cahill ha aguantado 93 minutos con su porteria a cero. Delante están los futuros campeones del mundo, pero el partido parece que va camino de la prórroga. A apenas 4 segundos de que se acabe el tiempo reglamentario Grosso inicia una jugada por banda izquierda, se zafa de un defensor y encara al siguiente. Otro recorte y se va al suelo al mismo tiempo que el arbitro señala el punto de penalti. Jugada para la polémica, para la moviola, pero con Australia de vuelta a casa.
2- Año 2007. Copa Asia de Vietnam, Tailandia, Malasia e Indonesia. Cuartos de final. Japón-Australia. Los socceroos disputan su primer gran torneo de la AFC y pagan un precio muy alto de adaptación. Pasan la primera fase con muchas dudas y en cuartos de final espera Japón, una de las favoritas. La Australia de Aloisi, Kewell, Schwarzer y el eterno Viduka se adelanta gracias a un gol del delantero ex de Osasuna y Alavés. Pero los japonenes empatan tan solo un minuto después y el partido se va a los penalties. Otra vez el punto fatídico. Y otra vez con llantos para los de amarillo y alegría para los nipones.
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La suerte no ha puesto de cara para Australia en los últimos años. |
3- Año 2010. Mundial de Sudáfrica. Fase de grupos. Australia-Ghana. Los oceánicos quedan encuadrados en un grupo complicado con Alemania como favorita y con Ghana y Serbia como oponentes para la segunda plaza. Los germanos barren a Australia en el primer partido y los Cahill, Wilkshire y compañía no saben que ese 4-0 va a resultar mortal a la postre. En el segundo partido las cosas pintan mejor, Australia se adelanta y va camino de sumar 3 puntos vitales. Pero el punto de penalti se vuelve a cruzar en su camino. Kewell es expulsado en una rápida acción que el colegiado interpreta como manos. Ghana empata desde los 11 metros y Australia queda prácticamente fuera. Pese a la victoria final ante Serbia y finalizar con los mismos puntos que los africanos, el gol average general es favorable a las estrellas negras.
4- Año 2011. Copa Asia de Qatar. Final. Australia-Japón. Australia viene con la lección aprendida de la pasada Copa Asia y llega a la final con solvencia. Espera Japón. Otra vez los japoneses. Cahill, Kewell y compañía no consiguen abrir el marcador durante los primeros 90 minutos. Así que el partido se va a la prórroga. La tanda de penalties vuelve amenazar a los aficionados aussies. Pero esta vez el golpe llega antes. En el minuto 108 los japoneses anotan un bellísimo gol y dan la estocada definitiva a los australianos, que se quedan, otra vez, a las puertas de algo más grande.
La selección australiana ha crecido, pese a no contar con figuras como Viduka o Kewell, y los aussies ya son un clásico en las citas mundialistas, así como uno de los favoritos para conquistar la próxima Copa Asia, que además se disputará en suelo australiano en el 2015. De momento se han asegurado su plaza para la tercera y definitiva fase de clasificación hacia Brasil 2014. No ha sido sencillo, y lo demuestra la reciente derrota ante la débil Oman. Pero ya se sabe, escogieron Asia para sufrir, competir y crecer. Algún día les cambiará su suerte y la maldición de los once metros.