miércoles, 9 de enero de 2013

Bufandas con Historia (I): El Pink Alavés y su final ganada

Gracias a un buen amigo que posee una extensa colección de bufandas empiezo una nueva sección. La idea es simple: una bufanda, una historia. Aquí va la primera:


Cuando Luanvi presentó la equipación especial para vestir al Deportivo Alavés en la UEFA de la temporada 2001/2002 surgió el desagrado. “Pero donde coño vamos con esta camiseta por Europa?” recordaría años más tarde Antonio Karmona, uno de los veteranos y capitán de aquel equipo. La arriesgada apuesta por el  color rosa no gustó a aficionados y jugadores. Un color un tanto femenino para un deporte tan masculino. Pero el tiempo, el juego, los resultados y la historia hicieron cambiar de opinión a todos y ahora el rosa evoca el recuerdo de una temporada única, la más gloriosa de la entidad. Hasta el punto que se bautizó a aquel equipo como el Pink Alaves. “Pero donde coño vamos con esta camiseta por Europa?” la respuesta a la pregunta de Karmona era impensable para muchos, pero gesta tras gesta y ronda tras ronda el equipo vitoriano se plantó en la final de la UEFA. Hasta ahí fuisteis Karmona, hasta ahí.

El Alavés, de rosa, celebrando una victoria épica en San Siro.
Ese día, justamente, los responsables de Marketing del club decidieron que era una buena oportunidad para sacar tajada de un acontecimiento único para la historia del equipo y la camiseta rosa se sustituyó por un nuevo modelo. El Pink Alavés dejó de ser rosa para jugar con una camiseta similar a la de Boca Juniors. Se sustituyó, pues, la camiseta con la que habían superado la eliminatoria contra el Rosenborg. Con un 1-3 en el partido de vuelta que empezaba a dar credito al equipo entrenado por Mané. Vistiendo la camiseta rosada también se dio la campanada en San Siro. Palabras mayores. Con un empate a 3-3 en la ida el Alavés sorprendió al Inter de Milán con un planteamiento defensivo y con dos goles finales al contraatque. El EuroAlavés conquistó Milán, algo que no gustó a los tiffossi del Inter que ese día lanzaron una Vespa desde el segundo anfiteatro del estadio.
Vitoria y el equipo ya estaban convencidos de que aquel era su año y el rosa el color con el que hacer historia. El Rayo Vallecano fue el siguiente en caer y al llegar a semifinales el Alavés ya era una apisonadora con la final en mente. Se llevó por delante al Kaiserslautern y la final de Dortmund era una realidad para el Pink Alavés. Pero ese día dejó de ser rosa. Desio, argentino, incluso amenazó en no jugar si vestían con los colores de Boca pero al final la sangre no llegó al río y Luanvi y los dirigentes se salieron con la suya. El Alavés vestiría de azul y dorado en Dortmund y el club recaudaría más de 60.000 euros solo con la venta de esa camiseta. 

El 16 de Mayo de 2001 los jugadores del Alavés iban a disputar un partido que normalmente veían por televisión. Enfrente estaba un Liverpool plagado de estrellas como Owen, Fowler, Carragher o un joven Gerrard.

El 11 titular de Dortmund.
Mané sorprendió a todo el mundo al alinear a tres centrales. La estatura de Heskey asustó al técnico de Vizcaya, que confió en la altura de Eggen. El experimento no salió nada bien y en el minuto 16 el Alavés ya perdía por dos a cero. Tocaba reaccionar y con nada que perder Eggen salió del campo para dar paso a un jovencito uruguayo. El charrúa Ivan Alonso tan solo tardó 3 minutos en acortar distancias y levantar de sus asientos a los miles de aficionados vitorianos. Pero la alegría duró poco ya que los ingleses anotaron el tercer tanto antes del descanso.



Ya en el vestuario los pesos pesados del equipo alzaron la voz y predicaron aquello que hizo famoso Johan Cruyy en la final de 1992. “Salir y disfrutar, vamos a hacer lo que hemos hecho hasta hora”. Fueron las palabras de Karmona o Desio, reclamando el espíritu del Pink Team como en su día hizo Cruyff a su Dream Team. Cosmin Contra con sus jugadas y Javi Moreno con un doblete fueron los encargados de poner el empate a 3 en tan solo 5 minutos del segundo tiempo. El rumano cuajó una temporada espectacular consagrándose como uno de los mejores laterales derechos del momento y el valenciano anotó 28 goles aquella campaña. A ambos les sirvieron estas credenciales para sacarse un billete con destino AC Milan la siguiente temporada. Justamente fue Javi Moreno el sustituido para rearmar el centro del campo minutos antes de que Fowler hiciese el cuarto gol red. Una vez más el Alavés parecía que iba a besar la lona y una vez más se levantó para asestar un nuevo golpe. Jordi Cruyff remató un córner en el minuto 89 para enviar el partido al tiempo extra.
Jugadores del Alavés desolados tras el auto-gol de Geli.

Un fatídico tiempo extra. Dos expulsiones y un gol en propia puerta acabaron con el sueño vitoriano. Aquel gol de oro de Delfi Geli en propia porteria fue la manera más cruel de acabar un cuento de hadas, un cuento de color rosa. Pero para todos los aficionados ese Alavés, el Pink Alavés, había ganado aquella copa de la UEFA. Ellos eran el ganador moral. Y de hecho fue el Alavés quien metió el quinto gol.

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