El verano pasado viajé a Indonesia donde pude constatar la locura que desataba el Loco Gonzales, en invierno pasé un fin de semana en Londres, ciudad que respira fútbol por los cuatro costados y ahora tocaba Cuba. Pensé que no me iba a encontrar con tanta pasión como en Indonesia ni con tanta historia como en Londres y es que el ritmo pausado es característico del Caribe y el deporte nacional cubano es la Pelota (evitan un americanismo como Baseball). Así que me sorprendí cuando vi que el fútbol también tiene un papel importante en el régimen de Raúl Castro - hermanísimo de Fidel-. Cuba es un país sin libertad de expresión, por lo que los medios de comunicación están controlados por el gobierno y apenas tienen información de lo que sucede en el exterior de la isla. Con una excepción: ven las grandes ligas y la Champions League. Por lo tanto, y pese a que su selección nacional esté situada en el puesto 113 del Ranking FIFA o que nunca haya habido un jugador cubano triunfando en Europa, los cubanos ven, opinan y vibran con el deporte rey.
Hasta el punto en que a las 02.00h de la madrugada, en el Malecón de La Habana y recién aterrizado al país, ya nos aborda el primer autóctono: "Justo ahora discutíamos sobre quien es mejor; si Messi o Cristiano". La eterna pregunta, el dilema de todos. Hay debate en España, en Portugal, en las tertulias deportivas entre "expertos" y en debates improvisados entre tetabricks de ron y las olas que rompen en el muro de la capital cubana. "Messi marca más goles, pero Cristiano es mejor técnicamente" suelta el cocinero de un chiringuito de playa. Me pregunto si les llega bien la señal de televisión, pero la realidad es que muchos coinciden: el Madrid y Cristiano gustan más en Cuba que el Barça y Messi, aunque ir con una camiseta del club azulgrana por las principales calles de la Habana Vieja puede resultar cansino de la cantidad de gente que te dice algo o se te acerca a empezar una conversación.
Luego entras en La Bodeguita del Medio y te encuentras con que idolatran a Messi y el Newells.
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Imagen de La Bodeguita del Medio. |
Este ha sido verano de Eurocopa y los cubanos también meten baza en el tema. En la isla caribeña se lleva mucho lo de ser -o apoyar- a un club y luego animar a una selección nacional distinta. "Que no os engañen, antes de la final todo el mundo iba con Italia y luego os dirán que Viva España" nos advierte un hombre con varias copas de más. Pero lo cierto es que sí: Italia y Mario Balotelli causan furor en cuba junto con el combinado nacional de Alemania.
Viajamos al Este de la isla y nos cuentan que cada tarda hay partido en el campo del pueblo. Han montado un torneo de verano entre barrios. El campo es enorme e incluso una parte del campo está invadida por el diamante y las bases del campo de Baseball. Las destartaladas gradas están llenas para ver un partido de ritmo iberoamericano: lento, lento. El aburrimiento es proporcional a la calidad de los jugadores así que el partido (2-2) se hace eterno, solo amenizado por una pelea organizada ilegalmente de perros, detrás de una de las porterías.
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Campo de fútbol -y baseball- de Viñales. |
De vuelta a La Habana nos cruzamos con un local con una camiseta que dice "EuroGeta" y sonrío, más tarde 5 chavales nos retan a una pachanga. Improvisan una cancha con material urbano y empieza a rodar el balón. Espera. No rueda, la pelota está más que deshinchada. Los catalanes imponemos el Tiki Taka mientras que ellos juegan de forma mucho más directa. Aún y así, juegan en casa y solo les ganamos en el gol de oro. Los chavales se van a casa con una sonrisa en la cara y nosotros con la idea de que el fútbol, sea donde sea, desata pura pasión.